“La interpelación procede, porque desde nuestro punto de
vista a claudicado en tres funciones básicas y primordiales en un Estado
moderno: seguridad, justicia y orden. No existe (…) Es impresionante como se ha
dejado que la delincuencia avance, estamos peor que antes de los años 80” dijo en un medio nacional.
La política en materias de seguridad nacional del presidente
Ollanta Humala ha fracasado totalmente. La delincuencia no solo está siendo
avalada por el cuerpo policial, sino también por agentes del Ministerio Público.
Al interior del país existen casos donde la policía pide cupos no solo a la víctima,
sino también al victimario (delincuente). Por ejemplo, en Trujillo se han
repuesto a más de 70 policías corruptos en sus cargos. En el caso de San Martín,
el legislador contó la triste experiencia que se tuvo para dar con el paradero del ciudadano
José Bonifacio Coba Arévalo, quien fue secuestrado a comienzos del año.
“Dieron parte a la policía sobre el secuestro de José
Bonifacio Coba, pero no actuaron. Se llamo al fiscal y tampoco hizo nada, al
ministro del interior y nada; recién después de una semana el ministro llamó a la
policía de San Martín para que empiece las investigaciones, pero nada. Son los
ronderos quienes llevan al delincuente a la policía, pero ello en complicidad
con el fiscal, no hacen nada. Es más la fiscalía denuncia a los ronderos por secuestro y por posición de
armas. El mundo al revés” contó Reátegui
Flores
Al interior del país
se está viviendo una anarquía donde policías corruptos junto con malos fiscales
permiten que la delincuencia avance. Los ciudadanos cada vez pierden la
confianza en las instituciones, prefieren no denunciar estos casos, porque temen
las represalias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario